Domeyko #100; Coquimbo

       Puede que aún haya estado en ruinas y que ya no quedara nada de lo que alguna vez fue esa casa, pero así, tal como la vi por última vez antes de que una carretera pasara por encima de esas tierras, decidí dejar el recuerdo de un bello lugar que me amparó por más de cuatro años…. años en los cuales recibí algo así como una formación profesional.

       Ahora que me siento acá y reviso mi videoteca mental para analizar lo que realmente significó para mí la casa de Domeyko #100, Coquimbo, lo único que siento es dolor, alegría, penas y muchos perdones y agradecimientos por lo que allí viví y por lo que allí conocí… Una familia, mi familia…

       Por eso ahora que miro bien la foto, ya no la veo en ruinas y sólo siento el deseo de entrar y sentir por enésima vez los ladridos del Blacky, ver allá al fondo al Pedrito buscando quién sabe qué, saludar a la Coté que como siempre está haciendo una tarea para el colegio, mientras el Seba goza alguna película arrendada en el Blockbuster…. y en la cocina??? mi mami Magaly, cocinado algo rico que más tarde comeré… La Rosita preguntándose quien cresta soy yo y don Willy recuperando el sueño en su pieza.

       Todavía sueño con eso… y es porque lo viví y lo sentí, porque amo esa familia, porque allí también crecí un poco, y hoy, aunque ni la Rosita ni el Peter estén con nosotros, aunque Domeyko 100 (bajando por el Hospital) ya no exista… aunque todos hayan crecido… Yo no Olvido, porque tengo memoria y a veces la ocupo cuando realmente vale la pena. Tal como lo hago con esta foto.

Bustok.

Un pensamiento en “Domeyko #100; Coquimbo

  1. Ya han pasado 10 años de esta publicación y casi 30 desde que yo viví en esa casa, en ese tiempo la Coté y el Tatán eran unas pulgas, fuimos con unos amigos a trabajar instalando cables de telefonía a La Serena y nos quedábamos en esa casa, fue mi primera experiencia laboral y la primera lejos de casa. La tía Magaly nos hizo sentir como en casa, fue una experiencia fabulosa, lo pase muy bien, tengo muchos recuerdos de ese tiempo en esa casa, en especial uno que nunca podré olvidar, que nostalgia ver esa foto y saber que ya no está.

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